Dominicanos y boricuas lucharan por título en Serie del Caribe

Mazatlán, México, 6 feb (Prensa Latina) Las Águilas Cibaeñas de República Dominicana y el equipo puertorriqueño Criollos de Caguas protagonizan hoy una final esperada en la 63 Serie del Caribe de béisbol, duelo entre representantes de los dos países más ganadores del clásico.


La novena dominicana llega invicta al partido por la corona en el estadio Teodoro Mariscal de Mazatlán, después de liderar la clasificatoria con cinco triunfos y derrotar ayer 4-3 en la primera semifinal a Federales de Chiriquí (Panamá).


También la escuadra boricua tuvo una gran actuación en el torneo, al reponerse del revés inaugural ante Las Águilas para lograr cinco triunfos en fila, incluyendo el de anoche 2-1 sobre Tomateros de Culiacán (México) en la segunda semifinal.


El mánager Félix Fermín enviará a la lomita de los cibaeños al derecho de 35 años César Valdez, quien trabajó perfecto en seis entradas frente a Tomateros en la eliminatoria y tendrá la responsabilidad de buscar el vigésimo primer título de República Dominicana en la Serie del Caribe.

Por su parte, el mentor del Caguas, Ramón Vázquez, pudiera depender del zurdo Héctor Hernández, vencedor en el juego contra Caribes de Anzoátegui (Venezuela), convirtiéndose en la esperanza de Puerto Rico para conquistar la corona 17 en el clásico beisbolero regional.


Águilas y Criollos reeditan la final del 2018 en la también mexicana ciudad de Guadalajara, donde los boricuas se impusieron entonces 9-4.


Como incentivo adicional, el ganador del duelo obtendrá su sexto título en series del Caribe, con el que ocupará el segundo puesto histórico de campeonatos alcanzados, por detrás de Tigres de Licey (República Dominicana), que acumula 10.


En lo mediático, el partido enfrenta a dos ilustres veteranos de las Grandes Ligas del béisbol estadounidense, el camarero dominicano Robinson Canó y el receptor boricua Yadier Molina.


Está por ver cómo reacciona el público mexicano tras la derrota en semifinales de Tomateros, en un estadio Teodoro Mariscal que acoge hasta un 45 por ciento de sus 16 mil butacas, a partir de los protocolos sanitarios fijados ante la pandemia de la Covid-19.

Llega a su fin la 63 Serie del Caribe, torneo que volvió a extrañar a la novena representante de Cuba, uno de sus países fundadores, marginado por segundo año consecutivo por las presiones de la administración del ahora expresidente estadounidense Donald Trump.


Cuba fue sede en 1949 de la edición inaugural del certamen regional, en el que sus equipos lograron el título en siete de los primeros 12 campeonatos, y habían regresado como invitados en 2014.